sábado, 28 de junio de 2008

Airline Excellence Award

Bueeeeeeeeno. Pues resulta que me he quedado sin finde. SISISI

Royal Air Maroc me dejó ayer en tierra. Parece que la reserva y pago se realizaron el jueves a las 13:06 horas (la hora límite era las 19:00) pero les venía mejor venderle la plaza a alguien a un precio mejor, cosa que hicieron a las 12:57 horas. Unas 6 horas antes de lo comunicado a AMADEUS. Y claro, como el pescado estaba ya vendido, la orden de pago de la agencia fue rechazada.

Al menos me podrían haber mandado un email de anulación, como suelen, pero chitón a ver si cuela. Me habría ahorrado ir al aeropuerto o me habría planteado probar suerte y comprar otro billete por unos cochinos 800 euros. Total ná.

Pero no. Pensaron que era mucho más elegante y considerado decírmelo personalmente en el mostrador de facturación al día siguiente. Si es que los marroquíes son exquisitos, pero no sabemos apreciar su sentido de la etiqueta y el trato amable.

Y además son my detallistas. Ya lo creo. De hecho, la última vez que fuí a Madrid a pasar el fin de semana, tuvieron -conmigo y con otros ciento y tantos pasajeros- un detalle encantador: una vez alcanzamos nuestra altura de crucero, el comandante nos comunicó que antes de aterrizar en Madrid, haríamos una breve escala...... en Barcelona. ¡Que sorpresa tan bonita! ¡Y que admirable discreción hasta el momento del despegue! Y encima tuvimos propinilla y la escala fue de dos horas, para que tuvieramos tiempo de conversar y hacer amistad con nuestros compañeros de butaca, mientras desembarcaban unos cuentos pasajeros del vuelo de Casablanca a Barcelona, que decidieron anular para reunirnos en un solo avión y así fomentar el clima de cooperación y afecto mutuo entre nuestras dos otrora irreconciliables capitales.

Ya me había pasado en dirección contraria, con cambio de terminal incluído, pero esta vez fué mucho más excitante. La conmovedora escena de una madre extasiada por sus bebés demostranto vivamente su emoción a pleno pulmón, dió el toque tierno a nuestra fantástica velada que terminó alrededor de la una de la mañana. Qué menos que quedar agradecidos por la generosidad de tan excelsa compañía aérea por permitirnos usar gratuítamente sus elegantes asientos durante 5 horas seguidas.

Anoche dos gin-tonics para celebrarlo. Y despierto hasta las tres, porque unos simpáticos chicos tenían organizado el fiestón del megawatio. Cool, créanlo: música cuadrafónica, envolvente y muuuuuuy "in". Lo último en techno-bereber. El ático es de un Ministro, así que ajo y agua.

Me he pasado una fantástica mañana de sábado, sin poder ir a trabajar porque no había luz en toda la región (ni la hubo durante 12 horas).

O me hago toda la carne y el pollo descongelados para cenar, o a la basura.

Y lo peor de todo: me he puesto hasta los ojos de anacardos, que encima me costaron una pasta.

Ay señor, señor.